La vista es el sentido que nos permite percibir la forma de los objetos a distancia, y también su color. La luz que llega de ellos es captada por una capa sensible, la retina, que manda la imagen al cerebro para ser interpretada. El funcionamiento del ojo es análogo al de una cámara fotográfica.
viernes, 17 de septiembre de 2010
El globo ocular
Cada globo ocular se halla incluido en su órbita, y se encuentra protegido y asistido por una serie de estructuras anexas.
Es un órgano casi esférico, de unos 24 mm de diámetro, que está dividido en dos cámaras: la anterior o frontal, que es la menor, y la posterior, que constituye la mayor parte del globo ocular. Existen dos capas que lo recubren en su totalidad: la esclerótica y la coroides.
Esclerótica. Está formada por fibras de tejido colágeno entretejidas en todas las direcciones del espacio, que constituyen una capa blanquecina que se encarga de mantener la forma del ojo. Se halla por fuera de la coroides, y en la parte anterior del ojo da lugar a la córnea.
Coroides. En ella hay gran cantidad de vasos sanguíneos y pigmentos, que dan al globo ocular su color pardo. En la parte frontal da lugar a dos estructuras, el iris y el cuerpo ciliar, que se hallan entre las cámaras anterior y posterior del ojo.
Córnea. Es la capa que pone en contacto el ojo con el aire, y es muy resistente debido a que está formada por fibras colágenas. Dado que debe dejar traspasar la luz, es una estructura casi transparente y apenas posee vasos sanguíneos. Ello es posible porque se trata de una capa muy fina que puede tomar el oxígeno directamente del aire. Debido a esta falta de sangre, la córnea es uno de los órganos más fáciles de trasplantar de una persona a otra, ya que no existe rechazo inmunológico. Sin embargo, hay en la córnea numerosas terminaciones nerviosas que hacen que los golpes en el ojo sean tan dolorosos, pero que permiten detectar al instante cualquier partícula extraña que se introduzca en él.
Iris. Es la parte del ojo que corresponde al diafragma de una máquina fotográfica. Se encuentra entre las cámaras anterior y posterior del ojo, y esencialmente se trata de un grupo de músculos circulares y radiales (el músculo esfínter de la pupila y el dilatador de la pupila) que rodean al orificio por donde pasa la luz al fondo del ojo. Dicho orificio, la pupila, se agranda y se reduce según la cantidad de luz que llega al ojo, con lo que las estructuras internas quedan protegidas. Sobre la capa muscular puede depositarse el pigmento melanina, de forma continua o discontinua, dando lugar a los ojos marrones o verdes, o puede no existir en absoluto, produciendo los ojos azules. Estas diferencias constituyen una característica hereditaria.
Cuerpo ciliar. Se halla a continuación del iris y llega hasta la retina, la capa sensible a la luz. Recibe su nombre porque en él se encuentra el músculo ciliar, que tira del cristalino haciendo modificar su curvatura.
Retina. Forra el interior de la cámara posterior del ojo, llegando hasta el cuerpo ciliar por delante. Es la capa sensible a la luz y está formada por tres estratos. El primero de ellos está formado por neuronas que son excitadas por la llegada de la luz. Su terminación puede ser de dos tipos, en forma de bastoncillo o en forma de cono, por lo que ambos tipos de neuronas reciben el nombre de bastones y conos.
Los bastones. Se hallan distribuidos por toda la retina, pero son más abundantes en la periferia que en el centro. Existen entre 70 y 150 millones de ellos en cada ojo; son muy sensibles y perciben las diferencias de intensidad de luz debido a que contienen un pigmento llamado rodopsina. Cuando estamos en la penumbra, únicamente son capaces de ver los bastones, por lo que sólo vemos en blanco y negro.
Los conos. Nos dan la información sobre el color, ya que son excitados según la longitud de onda de la luz que les llega. Poseen tres tipos de pigmentos: uno sensible al rojo, otro sensible al verde y un tercero sensible al azul. Existen sólo siete millones de ellos en cada ojo, y se hallan concentrados en la parte central, especialmente en una zona llamada mancha amarilla. Algunas personas, sin embargo, sufren un trastorno hereditario llamado daltonismo, por el cual su visión de los colores es deficiente. Los daltónicos pueden carecer de uno, dos o los tres pigmentos. En este último caso su visión es en blanco y negro. Bajo esta capa de. conos y bastones hay otras dos capas de neuronas que transmiten los mensajes hasta el nervio óptico.
Medios transparentes
Estos medios refringentes constituyen el sistema dióptrico del ojo, y están formados por el cristalino, el humor acuoso, el humor vítreo y la córnea.
Cristalino: Es una lente biconvexa elástica, incolora y trasparente, que se ubica inmediatamente por detrás del iris, y que está sujeta por el ligamento suspensor del cristalino o zónula de Zinn, que lo fija a la túnica vascular. El cristalino divide el globo ocular en dos compartimientos, uno anterior que contiene el humor acuoso, y otro posterior, que contine el humor vítreo. Se encarga de enfocar la luz para que sobre la retina se vea una imagen nítida (clara). Si bien tiende a adoptar una forma redondeada, debido a la presencia de músculos presenta una curvatura que varía según la distancia a la que se hallan los objetos que se miran.
Humor acuoso: es un líquido incoloro y transparente, formado en su mayor parte por agua (98%). Se aloja en el compartimiento anterior del globo ocular. Este líquido provoca la refracción de los rayos luminosos que lo atraviesan.
Humor Vítreo: También llamado cuerpo vítreo, es una masa transparente y gelatinosa que llena la cavidad comprendida entre el cristalino y la retina (compartimiento posterior).
El humor vítreo está envuelto en una menbrana, la membrana hialoidea y atravesado en sentido anteroposterior por el conducto hialoideo o de Cloquet, por el que pasa una arteria durante elestado ambrionario.
Córnea: Es la parte anterior de la esclerótica, que se hace transparente para dejar pasar los rayos luminosos. Es una membrana transparente, de unos 0,5 mm de espesor.
Anexos del ojo.
El ojo está rodeado de una serie de formaciones que lo protegen y que le imprimen movimientos. Ellos son: las cejas, los párpados, la conjuntiva, el aparato lagrimal, los músculos y la cápsula de Tenon.
Cejas
Son dos salientes en forma de arco , cubiertas de pelos, que coinciden con el borde superior de la cavidad orbitaria. Su función es la de proteger a los ojos de la transpiración que se desliza por la frente.
Párpados
Son dos repliegues músculo-membranosos –superior e inferior- que se extienden por delante del ojo. El párpado superior es más desarrollado y movible que el inferior. Ambos cumplen una función de protección contra los objetos externos y contra los excesos de iluminación.
En los bordes libres de ambos párpados se implementan pelos gruesos, cortos e incurvados llamados pestañas, que ayudan a proteger el ojo. En esos bordes también se encuentran los orificios de desembocadura de unas glándulas sebáceas especializadas llamadas glándulas de Meibomio.
Conjuntiva
Es una tenue membrana mucosa y trasparente que cubre la parte anterior del ojo (blanco del ojo y córnea) y la parte posterior de los párpados.
Aparato Lagrimal
Este aparato consta de una glándula lagrimal, de conductos lagrimales y de un órgano reservorio de lágrimas llamado saco lagrimal.
La glándula lagrimal está ubicada en la parte superior y externa del ojo Las lágrimas que segrega constantemente se deslizan hasta el ángulo interno del ojo, donde existe un espacio llamado largo lagrimal.
Las lágrimas están formadas principalmente por agua y sales, y contienen una sustancia bactericida llamada lisozima, que impide el desarrollo de los gérmenes.
El saco lagrimal es un pequeño órgano reservorio de lágrimas que se aloja en la fosita lagrimal del hueso unguis.
Las lágrimas que inundan el lago lagrimal pasan a través de pequeños orificios, que se encuentran por delante de la carúncula lagrimal, a un conducto que las transporta hacia el saco lagrimal. De allí son vertidas en las fosas nasales por el conducto nasal lagrimal. De allí son vertidas en las fosas nasales por el conducto nasal, donde normalmente se evaporan.
Músculos
Los músculos del ojo son siete, 4 rectos: superior, inferior, externo e interno; 2 oblicuos: mayor y menor, y un elevador del párpado superior.
La contracción de los músculos rectos hace girar el ojo hacia el lado correspondiente (superior, inferior, interno o externo).
La concentración de los oblicuos le hace girar hacia abajo o arriba, y hacia fuera.
El elevador del párpado superior, como su nombre lo indica, lleva el párpado superior hacia arriba.
Cápsula de Tenon
Es una membrana resistente, de naturaleza fibrosa, que recubre parcialmente a la esclerótica, y que forma la vaina de los músculos del ojo. Cumple la función de sostener al globo ocular, al mismo tiempo que lo separa de la parte posterior de la cavidad orbitaria.
Fisiología de la visión.
La vista es el sentido que nos permite conocer, mediante las impresiones luminosas, el volumen, la forma, el color, el tamaño y las demás cualidades de los objetos que nos rodean.
El estímulo específico es la luz, y el campo receptor de la retina.
La luz, antes de llegar a la retina, atraviesa los distintos componentes del aparato dióptrico del ojo: la córnea, el humor acuoso, donde se produce la primera refracción luminosa, la pupila, el cristalino o lente biconvexa, donde se produce la segunda refracción, y el humor vítreo, donde la luz se retracta por tercera vez.
Formación de las Imágenes
Para tener una idea clara del funcionamiento del ojo, se lo compara con una cámara fotográfica: el cristalino constituye el objetivo: el iris es un diafragma que regula la cantidad de luz agrandándose o achicándose; el humor vítreo es la cámara oscura; la coroides constituye las paredes de esta cámara, y la retina, la placa sensible.
Los rayos luminosos, después de atravesar el aparato dióptrico, excitan las sensoriales receptoras de la retina formando la imagen invertida del objeto que miramos. Esta inversión se debe a las distintas densidades de los medios que refractan la luz, de modo que los rayos luminosos superiores se proyectan en la parte inferior de la retina y los inferiores se dirigen a la parte superior.
En el centro de la visión, que se encuentra en la zona occipital del cerebro, donde la percepción se vuelve consciente, la imagen se endereza por un mecanismo aún desconocido, pero que se supone es psíquico.
viernes, 3 de septiembre de 2010
Persistencia Retiniana
Las imágenes persisten un breve tiempo en la retina.
El ojo humano no puede separar más de 10 imágenes por segundo. De esta imperfección se valen la televisión y la cinematografía, que proyectan más de 20 imágenes por segundo; si se pasaran 6 imágenes por segundo, apreciaríamos las diferencias entre las diversas posiciones. La sucesión rápida de imágenes nos da la impresión de movimiento.
Vía Optica
Es el camino que siguen las impresiones visuales desde la retina hasta el centro de la visión, ubicado en la zona occipital de los hemisferios cerebrales.
Los rayos luminosos son captados por las células receptoras de la retina y conducidos hacia el nervio óptico, que nace en la parte posterior de la capa sensorial. Después de pasar por el quiasma óptico, donde una parte de sus fibras se entrecruzan, forman las cintillas ópticas, que llegan al lóbulo occipital del cerebro.
viernes, 27 de agosto de 2010
La trayectoria de la luz en el ojo
Los rayos de luz atraviesan la córnea, el humor acuoso, el cristalino y el humor vítreo, y llegan finalmente a la retina, donde forman una imagen invertida. Al pasar de un medio al otro sufren una cierta desviación, pero la más importante de ellas tiene lugar en el cristalino, la lente del ojo.
Cuando deseamos ver un objeto que se halla cerca debemos enfocarlo. Para ello el músculo ciliar del cristalino hace que varíe la curvatura de éste, con lo que se consigue que los rayos de luz se desvíen. Además, la pupila se contrae, con lo que aumenta la profundidad de campo de todo el sistema, lo mismo que sucede en las cámaras fotográficas al cerrar el diafragma.
No todas las personas pueden enfocar perfectamente. A partir de los cuarenta años, aproximadamente, casi todo el mundo tiene la vista cansada. Ello hace imposible enfocar a distancias muy pequeñas, por lo que deben llevarse gafas para leer. Otro trastorno es la miopía, (imagen abajo) que impide ver de lejos y se debe a que el globo ocular es demasiado alargado. La imagen visual no se forma entonces en la retina, sino por delante de ella. Para corregir la miopía deben llevarse lentes cóncavas. El caso contrario es la hipermetropía. Los hipermétropes tienen el globo ocular demasiado achatado y la imagen se formaría por detrás del plano de la retina. Por tanto, la visión de cerca no es posible y deben llevarse lentes convexas.
Las personas miopes ven borrosos los objetos alejados, mientras que perciben los cercanos con mayor nitidez. Otros síntomas son dolor de cabeza y vista cansada. La miopía aparece conforme crece el globo ocular, por lo que comienza en la infancia y puede empeorar durante la adolescencia. Normalmente, deja de avanzar en la edad adulta.
Anomalías del Ojo
Cuando las imágenes se forman en la retina se dice que el ojo es normal o emétrope (del friego em, en y métrom, medida).
Catarata , esta enfermedad característica de la vejez, consiste en el enturbamiento del cristalino como consecuencia de una coagulación.
En otros casos la imagen se forma por delante o por detrás de la retina; se dice entonces que el ojo es amétrope (del griego a, sin y métron, medida). Si la imagen se forma por delante de la retina , el ojo se denomina miope (del griego myein, cerrar y ops, ojo); y si se forma por detrás, se dice que es hipermétrope (del griego hyper, más allá y métron, medida).
La miopía se produce cuando el diámetro anteroposterior del globo ocular es demasiado largo, o cuando la cara anterior del cristalino es demasiado convexa. Los que padecen de esta anomalía no ven bien a la distancia, y necesitan lentes bicóncavas.
La hipermetropía se presenta cuando el diámetro anteroposterior del globo ocular es corto o cuando la cara anterior del cristalino es casi plana. El hipermétrope no ve bien de cerca y su defecto se corrige con lentes biconvexas.
Astigmatismo (del griego a, sin y stigma, punto). La córnea presenta una desigual covertura en los distintos planos, deformando las imágenes; por ejemplo, en un principio la cifra 42 se convierte en 24. Esta anomalía se corrige con lentes cilíndricas pulidas en forma despareja para compensar los desniveles de la córnea.
Presbicia, esta anomalía es común en los ancianos y se produce por la pérdida de elasticidad del cristalino, que no sufre acomodación.
Estrabismo, es un defecto de las contracciones de los músculos del ojo, a causa del cual la visión no es perfecta.
Daltonismo, consiste en la confusión de los colores rojo y verde. Recibe este nombre en honor del físico inglés Dalton, que padeció este trastorno visual y que lo describió en el año 1798.
El daltonismo es hereditario, y bastante frecuente. Las personas que padecen de este mal no pueden realizar trabajos en los que se usen señales coloreadas (maquinistas, conductores, etc).
Acromatopsia, es la ceguera completa para los colores. Se debe a que ninguna de las fibras nerviosas es excitable por éstos. Esta enfermedad es poco frecuente.
viernes, 20 de agosto de 2010
El Cuidado de los Ojos
El ojo es un órgano muy sensibles y, a pesar de poseer su propio sistema de defensa, es vulnerable a lesiones y enfermedades. Si se quiere mantener durante toda la vida una buena visión, hay que cuidar los ojos.
Deben protegerse los ojos de los accidentes. Puede producirse ceguera debido a lesiones producidas a palos afilados, cohetes, pistolas de juguetes y otros objetos que los niños pueden utilizar como proyectiles durante sus juegos. Los padres deben mostrarse firmes con sus hijos, explicándoles las posibles consecuencias de los juegos peligrosos. Las lentes de las gafas deben ser materiales inastillables, especialmente si son para niños.
Cuerpos extraños
El párpado es capaz de cerrarse en un quinto de segundo. Se trata de una acción refleja que responde al más pequeño estímulo. Sin embargo es inevitable, que se alojen cuerpos extraños en el ojo, y existe una forma correcta de extraerlas sin causar daños. Si entre el párpado y el globo ocular se sitúa un objeto blando, como una pestaña, haga que la persona afectada cierre el ojo. Llévela cerca de una luz intensa y abra suavemente el ojo. Si no es visible el cuerpo extraño, dígale que mire hacia arriba, hacia abajo, y a uno y otro lado, mientras que le desvía el párpado en la dirección opuesta. Cuando se localice la partícula extraña, debe sacarse del ojo con la punta de un pañuelo limpio.
Nunca debe intentarse extraer partículas encajadas en la parte blanca del ojo o situadas sobre su parte central. Tampoco debe intentar retirarse un cuerpo extraño duro, a menos que el lagrimeo lo haya desplazado hasta el ángulo interno. En ambos casos, el ojo debe cubrirse con un apósito despegado, que no toque ni comprima el párpado ni el globo ocular, y debe llevarse al accidentado al médico.
Tensión ocular
Puede evitarse en gran medida la tensión ocular excesiva utilizando el sentido común para desarrollar buenos hábitos para la lectura y el trabajo a distancias cercanas.
Siempre debe leerse con buena luz, pero cerciorándose de que la luz no se refleja directamente en la página. Un exceso reflejo hace incómoda la lectura. Cuando lea, mantenga el libro a una distancia de al menos treinta centímetro de distancia de los ojos, y relaje los músculos que controlan el cristalino mirando hacia un objeto distante tras cada hora de lectura.
No se siente cerca de una pantalla de televisión, ni la contemple en una habitación oscura. Es necesaria una mayor cantidad de luz para efectuar trabajos a poca distancia.
Los adultos deben someterse a un examen de visión cada dos años, y los niños una vez al año. Un defecto en la visión puede alterar el desarrollo social y educativo del niño, y sus efectos pueden confundirse con una falta de inteligencia. La detección precoz de los defectos visuales permiten aplicar medidas correctoras y lograr así un aprovechamiento máximo de la visión que se conserva.
Los adultos mayores de cuarenta años deben someterse a exámenes y pruebas oculares cada año, a fin de descubrir y tratar trastornos existentes, antes de que la visión sufra daños irreparables.
Es necesaria la utilización de gafas para corregir trastornos como la hipermetría y otras alteraciones visuales ya nombradas. Las lentes utilizadas deben ser las prescritas por el oftalmólogo. Puede producirse hipermetría a medida que aumenta la edad (presbicia) debido a la pérdida de elasticidad del cristalino. Todo trastorno de la visión provoca un mayor esfuerzo visual, y hace necesaria una corrección rápida. Si no se hace así, el paciente puede sufrir dolores de cabeza persistentes.
Abuso de los cosméticos
Los cosméticos oculares pueden producir reacciones alérgicas violentas, sobre todo los que contienen partículas de "brillo". Puede aparecer una dermatitis de contacto tras varios años de utilización, con aparición de hinchazón (edema) y picazón alrededor de los párpados, y a veces incluso por toda la cara. Es una medida prudente la utilización de los cosméticos hipoalérgicos que actualmente se encuentran a la venta.
Limpie todo rastro de maquillaje de los ojos cada noche . Utilice agua y jabón suave , o un aceite limpiador suave. Si se dejan partículas de maquillaje durante la noche, existe mayor riesgo de irritación. La utilización de máscaras tiende a aumentar la fragilidad de las pestañas; puede sufrir daños por el contacto con las sábanas durante la noche.
Existe un producto cosmético que nunca debe utilizarse por sistema, o que incluso debe suprimirse por completo; se trata del adhesivo para pestañas postizas. Si se aplica incorrectamente, puede obstruir el flujo normal de lágrimas de las glándulas lacrimales.
Infecciones oculares
La blefaritis es una inflamación de los bordes de los párpados. Puede dar lugar a infección de los folículos de las pestañas. Si se infecta la membrana que cubre el ojo, el paciente presenta un "ojo rojo" (conjuntivitis). El trastorno puede acompañarse de eliminación de pus, dolor y sensibilidad a la luz intensa.
Si la infección solo afecta a uno de los ojos, puede extenderse con facilidad al otro durante las fases precoces, cuando el paciente no se ha percatado de sus existencia. Por esta causa, siempre deben limpiarse los ojos por separado pasando un poco de algodón desde el ángulo interno hacia el externo. Tire inmediatamente el algodón usado y utilice uno nuevo para limpiar el otro ojo.
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